Los primeros limones, naranjas y melones que llegaron a América los llevó Cristóbal Colón de La Gomera en su segundo viaje al Nuevo Mundo, en 1494. Y de Gran Canaria llevó las primeras cañas de azúcar, que Hernán Cortés trajo de Cuba a México en 1522. También de Gran Canaria llegaron los primeros plátanos a América en 1516, y poco después, ya formaban parte de la dieta de los mexicanos.
De México, a su vez, se trajeron muy pronto a Canarias algunas plantas alimenticias que actualmente forman parte de nuestros más tradicionales platos culinarios. En el puchero canario, por ejemplo, no faltan el millo, la calabaza o las habichuelas, todas ellas plantas originarias de México, como también los son los pimientos picantes, imprescindibles en tantas recetas típicas de nuestras islas. Y no olvidemos que las tuneras y piteras que se extienden de forma natural por las regiones basales, creciendo junto a cardones, balos, tabaibas y otras especies endémicas de Canarias, también son oriundas de México.
En esta charla se hará un breve repaso a la historia de esas y otras plantas que, en cierto sentido, forman parte del acervo cultural de México y Canarias.
Lázaro Sánchez-Pinto es conservador de Botánica del Museo de la Naturaleza y el Hombre.